Palmera
(Leopoldo Lugones)
Al llegar la hora esperada
en que de amarla me muera,
que dejen una palmera
sobre mi tumba plantada.
Así cuando todo calle,
en el olvido disuelto,
recobrará el tronco esbelto
la elegancia de su talle.
En la copa, que su alteza
doble con melancolía,
se abatirá la sombría
dulzura de su cabeza.
Entregará con ternura
la flor, al viento sonoro,
el mismo reguero de oro
que dejaba su hermosura.
Como un suspiro al pasar,
palpitando entre las hojas,
murmurará mis congojas
la brisa crepuscular.
Y mi recuerdo ha de ser,
en su angustia sin reposo,
el pájaro misterioso
que vuelve al anochecer.
Leopoldo Lugones. Nació en Villa María del Río Seco, Argentina en 1874, y falleció en Buenos Aires en 1938. Fue el máximo exponente del modernismo argentino. Se suicida el 18 de febrero de 1938 en un hotel del Tigre (llamado "El tropezón") al ingerir una mezcla de cianuro y whisky. Lugones aún hoy genera controversias por su cambiante temperamento político.
Aarón Santana Robles.
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